Corona versus, como lo
pasa un rico
Capítulo 19
El Decimonoveno Día:
Hay gente que de listo, ¿verdad? Inteligente,
además se considera bastante gracioso, vamos igual que tú, igual que él, igual que
yo, por supuesto, usted y yo somos personas geniales. Pero, ¿no sería terrible
si ambos estuviéramos equivocados?, la verdad es que han demostrado que tenemos tendencia a ser
ciegos ante nuestras propias faltas, mucho más de lo que llegamos a darnos
cuenta, eso explicaría por qué algunas personas incompetentes son tan
exasperantes cuando cogen un puesto de poder , desde presidente de la comunidad
a presidente del gobierno, son gente que toda la vida quieren ser algo y nunca
lo han conseguido, se ponen nombres rimbombantes cuando habla de su puesto de
trabajo, eso nunca sirve para inyectar una saludable dosis de humildad a
nuestra autoestima.
Una vez en
mi empresa me solicitaron evaluar a varias personas , que carecían ciertas
destrezas en los puestos que se le ha había otorgado y con el tiempo dejaron de
rendir , había que recuperarlos y reciclarlos en principio carecían de ciertas
destrezas en un determinado campo que antes habían trabajado perfectamente, son más propensas a
no notar esta falta de autoestima , de la perdida de habilidad o que alguien
con más capacidad trabajaba a su lado y
se fijaba en el era más diestro o hábil para igual labor, al comienzo del curso
de autoestima les pese por ejemplo “un ladrón de bancos, que fue arrestado poco
después de cometer dos asaltos en plena luz del día y sin usar máscara ni
ningún tipo de disfraz, cuando la policía le mostró las imágenes registradas
por la cámara de seguridad de una de las entidades bancarias, el hombre
protestó” ¡Pero si estaba usando el jugo de limón!. Les pregunte ¿Por qué este
atracador pensaba que nunca le podía coger la policía, si usaba el jugo de limón?…
Todos se
quedaron callados, al fondo uno contestó, “el desafortunado criminal creyó que,
si se restregaba un limón por la cara y quedaba embadurnado con el jugo, se
volvía invisible para las cámaras de seguridad, todos le miraron que dice este,
pero si yo soy más gracioso, este no sabe que yo soy mejor que este, usted que
sabe quién soy yo, que tontada a dicho este.
Recuerda una cosa, aunque crea que es improbable, usted también
podría andar por allí felizmente ignorante de su propia ignorancia, pero este
hombre de voz floja y tímida dio la solución, el atracador se lo tenía tan creído
que poniéndose limón por la cara, difuminaba las cámaras de seguridad porque se
convertía invisible.
También
estaban interesados mis jefes en poner a prueba otra cuestión hilarante, me pidieron
a estas personas grandes profesionales, ahora en decadencia de autoestima,
solicite a unos directores con grandes logros vinieran aquella tarde y se
apuntaron al curso para hacer un experimento de acuerdo que sería una tarde de gracia y chistes,
estos llegaron a su hora y entraron sentándose con los demás compañeros que ya llevaban
dos días ocho horas al día, habíamos cogido cierta amistad.
Esa tarde
puse a los directores , seguros de sus éxitos y de su capacidad enfrente a mi
lado , los compañeros que realizaban el curso estaban en sus sillas frente a
ellos , les pedí que con unas cartulinas , pusieran del 1 al 10 , para que le
pudieran puntuar los chistes diciendo cual creían que había sido su propio
criterio , el chiste de los directores, también se les pregunte cómo creían que
había sido el nivel del desempeño comparado uno a uno los gestos voces y empeño
en ser el más gracioso.
Como ya
deberás imaginando, la evaluación que la mayoría de ellos hizo de los
directores era la evaluación de sí mismos, ya que se veían reflejados en jefes
evaluando al empleado, sin darse cuenta todos tuvieron nota por encima del promedio
de cinco, valoraban la habilidad de otros para juzgar el que ponía más empeño
en ganar ,para hacerlo más gracioso , luego lo realice al revés , sabéis sus
caras como expresaban alegría y dignidad cuando al igual que habían hecho ellos
, lo hicieran los directores y jefes suyos, lo que fue más gracioso es que su
nota , por el esfuerzo de ganar a sus jefes quedaron respecto a estos muy por encima
del estándar que creían en la puntuación , se les rejuveneció el ego, parecían otros.
Los
resultados de días posteriores a este pequeño juego , se volvía cada día de la
semana más interesantes cuando se
consideraban los niveles de desempeño de los participantes, las habilidades que
adquirieron después de aquella tarde que les subió la autoestima al ver que podían
tener capacidades mejores que sus jefes , les hizo despertar y a sentirse útiles
a la empresa , consiguieron según me comento meses después el jefe de recursos
humanos , el tener una habilidad mayor a la media de los empleados que no pasaron por el curso ,
para juzgar de verdad el trabajo que
ellos realizaron , alguno que ascendió me comentó el jefe de recursos humanos eran
también los que evaluaban con un rigor casi exacto, las evaluaciones de sus
subordinados.
Yo en mi
vida puedo decir que he sido una persona con una dosis importante de
subjetividad, con la lógica por bandera y nunca me ha importado enseñar a los demás,
que alguno de mis empleados me igualaron fuimos compañeros, otros incluso me superaron,
entrando en el consejo de administración, pero eso nunca me importo, cuando me
necesitaban me tenían y si los necesitaba estaban, algo les di que otros no.
En las
evaluaciones tenían respuestas predefinidas , en muchos casos repetí el patrón ,
aquellas personas que tuvieron peores resultados al trabajar con mi persona en
el test de desempeño, conocimientos formación
y rendimiento , los dejaba que ellos mismos se autoevalúan y fueron también peores
en calcular su propio rendimiento, hasta eso fallaban , el desempeño estaba en
el 25% inferior del total subestimaron de manera dramática sus propias
habilidades y se calificaron a sí mismos por debajo del promedio.
Tampoco
sirvió que los de desempeño pobre tuvieran un parámetro con que compararse ,
por eso creo que se hundían , caían en la desesperación al no conseguir los
objetivos mensuales , por lo que les propuse un estudio de productos y que cada
semana solo vendieran un producto , a la semana siguiente otro y a si los
cuatro objetivos que teníamos al mes ,ha veces seis , la cosa mejoro
sustancialmente aunque fallaban , fallaba menos , obtenían resultados , contra
mas obtenían ,mas motivación y en su autoevaluación incluso después de recibir
críticas y comentarios negativos por parte de otros, al fin de año obtuvieron el
mínimo exigible.
Pero, antes de creerse que usted se las sabe todas, recuerde
una cosa: aunque crea que es improbable, usted también podría andar por allí
felizmente ignorante de su propia ignorancia.
Toni Alvarranz
03-04-2020
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