¿Cómo será mi día de hoy?
Me he despertado y miro a mi alrededor y tengo que pensar,
imaginarme que día quiero vivir, que trabajo debo realizar y donde ir o estar.
Yo puedo llorar, porque el día es frió o lluvioso, caliente
y sudoroso.
Pero también puedo alegrarme, el agua es necesaria para la
vida de las plantas y de las personas, porque el sol y el calor hacen fermentar
las semillas, esa luz que nos ilumina
separando el día de las tinieblas de la noche.
También me puedo poner a llorar con una enorme tristeza y
amargura por no tener el trabajo que necesitaría para sentirme realizado y
alegre porque me proporciona un salario que me llegue a fin de mes.
También puedo alegrarme, por tener una familia que comprende
nuestra situación y colabora para que el pobre salario nos llegue a fin de mes.
También puedo llorar, por la salud precaria que llevo encima
y me impide sentirme persona, sentirme útil a la sociedad.
También puedo alegrarme, por tener la capacidad de poder
escribir estas líneas, por estar vivo y con una mente libre de pensamiento.
También puedo llorar, por la sanidad colapsada, por unos
tiempos de espera largos e insoportables de dolor.
También puedo estar alegre, pensando que esta situación es transitoria,
que se resolverá y si no que un día desaparecerá
al llegar la muerte.
También puedo llorar, mirando a ese pasado al que recurrimos
para decir que lo hubiéramos vivido de distinta forma, que hubiéramos tomado
otras soluciones o acciones para hacer frente a los problemas o sensaciones
vividas, los padres que tuvimos y no nos dieran todo lo que otros si tuvieron.
También puedo estar alegre, por esos antepasados que
lucharon y lo dieron todo para permitirme que yo naciera y fuera un hombre en
todos los sentidos.
También puedo llorar, porque no veo a los dirigentes
políticos en este país, que luchen o trabajen por el bienestar social, judicial
y político.
También puedo estar alegre, porque veo que existe una nueva
ilusión política en algunos de los
dirigentes que dan soluciones que nunca llegan a ser reales, pero nos
dan esperanzas.
También puedo llorar, porque cada vez me quedan menos
amigos.
También puedo alegrarme, porque encontrare nuevas personas
que puedan transformarse en amigos en mi camino de soledad al no estar atrapado
en un grupo cerrado.
También puedo llorar, por el coste de libros, salidas de mis
hijos a excursiones escolares, porque tienen que ir sin desayunar.
También me puedo alegrar, simplemente por tener un centro donde
aprender, tener amigos, compañeros, crecer en conocimientos y poder labrarse un
futuro.
Hoy el día se presenta ante mí, el elegir como vivirlo, en
eso soy mi propio jefe, lo que suceda hoy solo depende de mí y de lo que yo
quiera hacer, pero este hecho hace que me marque mi propia vida para siempre
sin poder rebobinar ya lo vivido.
¿Creen ustedes que me importa el independentismo o la
aprobación de los presupuestos?
Pero si me importa:
“El secuestro de España por una Comunidad Autónoma”
“La confrontación de la sociedad”
“Las medidas para desterrar de una vez el Paro”
“Las listas de espera en la Sanidad y la degradación del bienestar social”
“La degradación del poder Judicial”
“La degradación de los políticos”
Señor Presidente, congresistas, senadores, presidentes de
comunidades autónomas, presidente de diputaciones, alcaldes y concejales.
Pueden llorar o Alegrarse "Que tengan
ustedes un buen día"
a menos que ustedes tengan otros planes.
Toni Alvarranz
No hay comentarios:
Publicar un comentario