Como no recordar los ejercicios espirituales, escapada de la
rutina de clase y donde en los últimos años nos dejaban fumar, grupos de
meditación y exposición de las lecturas leídas y de las canciones a viva voz
previos a la semana santa.
Recordábamos la entrada triunfal de Jesús
en Jerusalén que sucedió el
domingo anterior a su muerte,
no sé como decían que fue una entrada grandiosa y al mismo tiempo humilde ya que la ciudad estaba llena de
peregrinos para celebrar la pascua judía y no la cristiana , ya que el
cristianismo fue posterior y esa gran multitud que rodeó a Jesús con ramos de olivos y palmas en las manos, lo acompañó en su entrada
en la ciudad, entre cánticos y exclamaciones que serian por la celebración de su pascua
y que seguramente al ver la algarabía
se unieron a los que
seguían con fe y esperanza a Jesús , si no porque luego reniegan de él y
lo crucifican , por lo que creo que esos habitantes de Jerusalén salieron al encuentro
de Jesús con ramos de olivo para unirse a la fiesta de su pascua judía .
Claro que eso opino hoy si lo digo entonces me excomulgan…
La Misa de este día en San Fernando tenía dos momentos importantes
la procesión y bendición de los ramos y la lectura de la Pasión que ahí se
encontraban los enchufados y los Aspirantes vestidos de monaguillos de color rojo y botones negros con una especie de capita blanca sobre los hombros con puntillas .
Los ramos benditos se llevan a la Iglesia y a la salida los amontonábamos
en la puerta , alguno se llevaba una rama , que luego quedaría por los patios
del colegio y el sacerdote de turnos nos explicaba que el ramo era sagrado y se colocaba sobre un crucifijo o cuadro religioso
y es un sacramental, o sea nos recuerdan algo sagrado y que nos recordaba que hemos aclamado a Jesús,
nuestro Rey y que lo seguimos hasta Su Cruz y que durante el año los seguimos
aclamando como Dios resucitado y que no había que tirarlo ni dejarlo en el
suelo , claro está que esto había veces que te lo decían después de distintas tortas,
capones o tiradas de pelo.
Por otra parte nos metían en nuestras mentes poco despiertas e ignorantes
advirtiéndonos de nuestra insignificante existencia que de las muchas veces
aclamamos a Jesús, como lo hicieron los judíos, y otras tantas lo negamos, lo
condenamos a muerte con nuestros pecados y blasfemias y nos preguntaban más o menos
¿Qué haréis de ahora en adelante, para que haya coherencia entre tu fe y tu
cotidiana?, como si tuviéramos vida propia dentro de los muros del colegio,
muros de disciplina e intolerancia.
Bueno al final es un día a recordar.
Antonio Álvarez Herranz “TONI”
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