En el Mundo Hay dos clases de personas, las que no saben qué
hacer y las que lo hacen pero les sale mal, eso me debió pasar a mí, por más
que me esforzara, siempre la jodia.
En padres por más que
me cortar el pelo, siempre me tiraban de las patillas, por más ajo que me
echara en las manos, los reglatazos dolían igual, por más que quisiera pasar
desapercibido, siempre me encontraban.
Recuerdo los columpios, para nosotros naves espaciales, la
bola del mundo, donde revoloteábamos como monos u gorilas de arriba abajo, un
gran submarino, el tobogán de dos rampas, una pista de velocidad y la barca
columpio doble un barco pirata y el balancín un aplana culos done subíamos para
botar más alto que nadie, por lo que no
podrán decir que los de sanfer no teníamos imaginación, en eso si éramos
campeones.
Recuerdo el olor de la tierra mojada, por los riegos de D.
Agapito, siempre con sus flores y nos dejaba mojarnos y regarnos los unos a los
otros en primavera-verano, el parque de juegos de padres, era un lugar donde te
olvidabas de todo y entrabas en tu mundo de sueños, la fuente del pato Donald,
las barras paralelas.
Recuerdo la semana de
circulación vial , que llegaban los de la coca –cola, con los Car, en el campo
de balonmano , calles realizadas con
chapas de caña en blanco y rojo, clase por clase, pasábamos en horario diario
por la conducción de los mismos, quedando clasificados los mejores para otra ronda final y quedar
clasificados para un campeonato de colegios de Madrid, también nos daban ese
baso de coca-cola u fanta de naranja u limón
de grifo, que tomábamos en fila, todos nos creíamos ser el mejor conductor del mundo y baya accidentes que teníamos alguno saltaba las
calles de dos en dos.
Todas estas alegrías se desvanecían al toque de silbato,
prietas las filas, a cubrirse, alinearse, primer capón, primer tiro de patilla,
en perfecta formación a clase, si no habías meado u defecado pobre de ti, según quien te
tocara, te dejaba salir u aguantarte.
Cepillos volantes,
reglas al ristre, lección con sangre entra, trabajos inacabados y castigos de
multicopista manual.
Por las tardes noches en la hora de estudio , donde se
realizaban las tareas (Los Deberes)problemas por doquier , copiábamos de los
más listos u espabilados, para que al día siguiente , la regla quedara guardada
en su sitio u encima de la mesa, cuando no nos vigilaban con el compas de
madera hacíamos círculos con el cartabón de tamaño descomunal a nuestros ojos
lo utilizábamos como metralleta , lo mismo que la escuadra , gran fusil de
asalto, hasta que entraba muñeco
diabólico con su traje negro , todos firmes, cada uno en su pupitre de madera , dos por pupitre,
agujero para tintero sin tinta , plumín de colores utilizado como flecha, terminado la hora de
estudio a cenar paseo cuesta arriba, camino en silencio hiciera frio, calor, lloviera u nevara hacia los comedores a por la sopa de letras y
la pescadilla de rosca.
Antonio Alvarez
gracias
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