El “Cañón Tigre” es una de las históricas
armas defensivas más importantes de la historia de España. Esta pieza de
artillería es mundialmente famosa por la épica jornada del 25 de julio de
1797 en la ciudad de Santa cruz de Tenerife (Islas Canarias, España). Ese
día el almirante inglés Horatio Nelson.se disponía a invadir la ciudad y el
archipiélago, pero un cañonazo de esta pieza le arrancó un brazo y le
hundió su flota.
El cañón fundido en bronce en Sevilla en el año 1768,
tiene 13,3 cm de calibre por 279 cm de longitud de ánima, o sea de los llamados
de a 16. El cascabel es esférico y tiene varias hojas de adorno, el fogón está
abierto en la misma pieza, rodeado de una roseta floreada en relieve. En el
primer cuerpo lleva un escudo de cuatro cuarteles con las armas de Castilla y
León y la leyenda “Carolus III D. G. LBS-PAN. ET IND. REX”. En el segundo
cuerpo, los muñones y asas que representan delfines. El muñón derecho tiene la
inscripción: 44 QQS 62 LIBS (2053 kg) y en el izquierdo: COBs. AFINs.
ILIGs. (Cobres afinados y ligados). En la faja de separación del segundo y
tercer cuerpo tiene una cenefa con varios adornos en relieve. En el tercer
cuerpo la divisa VIOLA TI FULMINA REGÍS (Rayos del Rey ofendido) más arriba, en
filacteria el nombre de la pieza, “EL TIGRE” y cerrando el brocal otra cenefa
con iguales adornos. Está perfectamente conservado y en condiciones de hacer
fuego.
Pero al parecer la historia verdadera no fue así por lo que se produce una nueva
leyenda urbanas , el cañón "Tigre" y el brazo de Nelson, pero parece
que los especialistas de aquella gesta o no lo leyeron, o quieren seguir
engañándonos con sus falsas interpretaciones, o no han leído nunca los
centenares de libros que se han publicado sobre el lord vizconde Horacio Nelson
, otra verdad al parecer es que la batalla contra el comodoro H. Nelson
cuando vino a Canarias en 1797 a capturar un barco, del que le habían informado
mal, había llegado de Manila cargado de joyas, mantones y dineros robados por
los españoles a la población de Filipinas, un cañón que se ha hecho famoso en la mentalidad de algunos
patrioteros, pero que no tuvo que ver nada con el famoso brazo de Nelson, de
donde se sacan los españoles y asimilados el viejo cuento de que al gran
almirante inglés y que un cañón español
de 134 mm, le quitó el brazo en Tenerife, porque si Nelson hubiese recibido un
cañonazo en el brazo en el momento de desembarcar, la bala del cañón se hubiera
llevado el brazo, a Nelson, a la lancha y todos los que iban en la misma, porque
una bola de dicho cañón eran enorme .
Reconociendo el heroísmo de las Milicias Canarias y cuantos
participaron en la batalla, pero el informe del cirujano que atendió a Nelson
en los primeros momentos siendo cirujano del buque "Theseus" se
llamaba Mr. Thomas Eshelby constando en
el libro de a bordo del buque donde servía ,
dice así “retiró un trozo de bala
de mosquetón que le había fracturado el brazo por encima del codo y cortado una
arteria a Nelson se tuvo que amputar” y no una bala de cañón o metralla,
según consta en el diario de a bordo de dicho buque, también dice dicho diario que “el
doctor quiso embalsamar el brazo para llevarlo a Londres”, también dice que
“ el almirante dijo que no, que lo
tirasen al agua para que yaciese allí con los marinos que habían sucumbido en
el combate”.
Desde esta posición pasaremos
a los estudiosos canarios interesados, tras la derrota en Cuba y Filipinas en
1898, años después ya en el siglo XIX, es cuando se empezó a fabricar esta
leyenda, en lo que se instauraba como una nueva colonia Española y que en sus días
se habla de independencia entre la gente
seria como solución para acabar con la ocupación española de Canarias.
Fue un teniente artillero español el que derrotó a Nelson y después
la poca prensa escrita de Tenerife de la
época se saco de la manga su nombre de oficial, nombre que lo dicen incluso en
las charlas con los amigos, los nostálgicos del imperio español, pero fueron
precisamente marinos franceses del buque "La Mutine", que combatieron
en la noche del 24 de julio junto con los defensores del castillo de San
Carlos, los que tiraron con sus mosquetes, y una bala gala, por casualidad, le
rompió el codo a Nelson, esto del cañón "Tigre" fue como la batalla
de la Victoria de Acentejo”, batalla que nunca existió sino en la mente de un
monje español de la época, Espinosa, molesto por la enorme derrota que
sufrieron los españoles en el barranco de Acentejo en 1494.
"En una palabra, la expedición de Nelson fue uno de
aquellos hechos cuya merecida desgracia no es solo hija de la injusticia misma
de la acción, sino también de lo imprevisto y atropellado de ella".
Hay que reconocer también que los ingleses fueron para
canarias en aquella fecha porque tenían noticias de la llegada de un buque
español cargado de oro y riquezas de Manila, que Nelson como buen Pirata , Bucanero Inglés quería para
enriquecerse , porque si Nelson hubiera venido a conquistar Canarias habría
traído una flota de desembarco, con la caballería y todo lo necesario para
ocupar Tenerife, mientras otra parte de la flota atacaba el puerto de La
Orotava, que estaban indefenso, esto no quita el no olvidar el valor de los que combatieron en
aquella gesta los soldados Canarios , pero creemos que el Cabildo tinerfeño
también debería gastarse su dinero en hacer reconstrucciones patrióticas como
la de la batalla de Acentejo, donde los guanches derrotaron completamente a las
tropas españolas del bandolero y traficante de esclavos Alonso Fernández de
Lugo, arrancándole el pendón Español que herbolaban y no de una invasión que
como tal no sucedio.
Otros historiadores dicen:
La víspera del ataque se abrió una tronera en el muro del
Castillo de San Cristóbal, donde se colocó un cañón a baja altura para
dificultar el desembarco inglés en la playa que separaba este castillo del de
San Pedro. Es posible que, como indica la tradición, se tratara del Cañón
Tigre, pero es un hecho indemostrable, ya que eran numerosos los cañones que en
fuego cruzado intentaban impedir el acceso inglés a la playa y al muelle, pero
no comentan que fue para la defensa del
barco Español lleno de tesoros que regresaba de las colonias
americanas lleno de riquezas y que
Nelson quería para si.
La Historia
Oficialista dice:
Nelson y sus hombres
desembarcaron con sigilo en varios lugares de la costa tinerfeña e intentaron
penetrar hacia el interior de la isla, pero al ser rechazados por sus valientes
habitantes concentraron todos los esfuerzos en apoderarse del Castillo de San
Cristóbal por creer que, si lo conseguían conquistar, sus planes de apoderarse
de la Isla tendrían éxito, sin embargo,
los defensores del castillo opusieron una feroz resistencia sabiéndose contar con hombres menos preparados
para la guerra pero muy concienciados en la defensa de su territorio,
resultando al final gloriosos
vencedores.
En esa victoria
tinerfeña sobre la potente Armada inglesa, jugó un papel fundamental el famoso
cañón de a 16 llamado “El Tigre”, del que, según la tradición, salió la bala
que impactó en Nelson y le mutiló para siempre su brazo derecho, con los cual
sus hombres, al verle maltrecho, quedaron desconcertados y hondeando una
bandera blanca se dieron por vencidos, negociando a continuación las
condiciones de la derrota, mediante las cuales Nelson, a cambio de salvar su
vida y la de sus hombres, se comprometió a no atacar más a las Islas Canarias y
además, a llevar un documento a Cádiz para dar cuenta a las autoridades
españolas del compromiso que había adquirido. Una vez firmado ese documento,
los militares y los tinerfeños vencedores ayudaron a embarcar a los
prisioneros ingleses que habían logrado capturar, gustando tanto ese caballeroso
gesto a Nelson que quiso corresponder regalando cierto vino y un queso al
jefe español que había logrado derrotarle y evitado que el Archipiélago canario
pasara a depender de la corona inglesa.
Desde entonces el
cañón “Tigre”, que curiosamente fue construido en Sevilla, se convirtió en un
símbolo de Tenerife, siendo conservado sobre el ya inexistente Castillo de San
Cristóbal, situado en un sótano de la mencionada Plaza de España. Allí,
junto a restos de murallas, el cañón “Tigre” se puede ver gratuitamente en
una sala dedicada a él solo, en la cual, además, hay paneles explicativos de su
leyenda y de su singular historia.
Gracias a tan
importante hecho histórico, el 28 de agosto de 1803 se le concedió a Santa Cruz
de Tenerife el título de “MUY LEAL, NOBLE INVICTA VILLA, PUERTO Y PLAZA”.
Pero como siempre
cada ciudad siempre tiene que tener sus héroes y sus historias y leyendas urbanas,
para sentirse orgulloso de sus raíces.
Antonio Álvarez Herranz