Un joven recibió un regalo extraño, hacer realidad dos
sueños, el joven contrariado pensó en su futuro como político y
solicito lo siguiente:
El primer deseo fue
visitar como sería una sociedad de anarquía , prepotente y egoísta, nada más empezar a hacer realidad el sueño , vio
una multitud famélica
sentada alrededor de una enorme mesa
repleta de todo tipo de
viandas y apetitosos manjares , pero le
llamo la atención que pese a la
buena apariencia de los platos , su
presentación y la gran cantidad de
comida sobre dicha mesa , los que la
rodeaban tenían una cara de
hambrientos con sus ropas demacradas y
rostros famélicos , porque tenían que
comer dichos platos y coger dichas viandas con unos cubiertos larguísimos
y por más que doblaran el brazo u
lo estirasen, eran incapaces de
llevarse lo pinchado con el tenedor u la
cuchara de potaje a la boca .
Perplejo, pero satisfecho de poder visto como era el autoritarismo, la anarquía y el
egoísmo del poder, solicito el cumplir su segundo deseo, la otra cara de la moneda ,ver cómo
sería una sociedad, participativa, generosa
y consecuente con un pensamiento de servicio y ayuda a los demás.
Muy asombrado , vio que también estaba
una multitud sentada alrededor de una enorme mesa repleta
de todo tipo de viandas y
apetitosos manjares , pero le llamo la atención
que pese a la buena apariencia de
los platos , su presentación y la gran
cantidad de comida sobre dicha mesa ,
los que la rodeaban tenían una cara
distinta ,sonreían y rebosaban salud y
sus ropas eran exquisitas .
Y es que aunque también
disponían de larguísimos
cubiertos para coger dichas
viandas, pero cada uno se
preocupaba de alimentar con un pequeño
gesto y esfuerzo, solo extendiendo
el brazo, llevaban el tenedor u cuchara a la boca de la persona
que tenía enfrente.
Cada uno saque su moraleja.
A. Álvarez
1961
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