lunes, 24 de junio de 2013

DON AGAPITO (SU PASO POR EL COLEGIO SAN FERNANDO DE MADRID)


DON  AGAPITO
Miro hacia atrás y sí que me entra un poco de nostalgia recordando el patio del colegio, cuando jugábamos con el balón en el campo de las gradas a cual pegaba la patada más gorda y mandaba el balón mas legos , se recuerda con cariño aquellos equipos por clases  que durante los recreos  éramos los únicos posiblemente en el mundo  que jugábamos con tres , cuatro o cinco balones a la vez  , con las dos mismas porterías , que despiertos  estábamos hechos  nunca tocábamos el balón de otra clase , siempre sabíamos , cuál era el tuyo, quien era de los nuestro y a quien dar la patada  correspondiente.
los recreos era un  período de tiempo entre lecciones  y lecciones en  clases frías  de otoño e  invierno calurosas en primavera, donde aquella calefacción por radiadores de hierro forjado por  donde se conducía  el  agua caliente desde ese edificio de calefacción  donde estaban  los grandes quemadores  que nutrían a base de paladas de carbón , que  a su vez la gran chimenea vertical de varios  metros escupían su denso humo formando una estela que daba  letra a nuestros himno:
Chimenea vertical
Centinela  siempre en vela
El humo denso que escupes
Vuela marcando una estela.
Calefacción  que dado a su largo recorrido por las calles  del colegio  se enfriaba  y solo daba un calor tenue  aquel que por suerte  u potra  tenía su  pupitre al lado del radiador.

Durante la  eterna jornada  en el centro educativo en la que los alumnos  podían  realizar  libremente actividades como estudiar, leer, escuchar música, charlar, comer, ir al baño y jugar, Los recreos servían para hacer las camarillas de amigos e intimidar al débil compañero que no podía defenderse .

Los recreos solian  durar entre 10  u  40 minutos, dependiendo el momento de el día  lectivo. Los que ocurren a la hora del almuerzo eran más largos, a veces para dar tiempo a los alumnos externos  de comer en sus casas o en sitios cercanos a Sanfer.
Recuerdo con tristeza la figura de D: Agapito, eterno trabajador de  jardinería  y amante de las flores, tardes de primavera regando con aquella manguera kilométrica, todos los rincones ajardinados del  patio de juegos de los columpios, donde se encontraba la fuente del pato Donal, con su constancia diaria de mantenerlo verde y floreado.
Recuerdo el día sobre el año 1972 u 1973  que llego un  buen día  a la pared de los dormitorios  justo por encima de las escaleras que daban  a la puerta de entrada de los dormitorios, se hallaba  en principio una pequeña almena de abeja esa tarde dijo D. Agapito , que hacen esos animales de dios , estarán emigrando  alguna reina de una almena a otra  y abran parado a descansar ,al día siguiente  cuando llegamos a la hora del recreo se había formado la  gran almena pegada a la pared y cercana a las ventanas de los dormitorios , rápidamente nos prohibieron la entrada a dicho parque  de juegos , miedo porque nos picara alguna abeja al sentirse amenazada la reina  del panal , llego un camión grande con una  grúa alzaba una jaula donde estaban dos personas  vestidos  como astronautas, con traje blaco y capucha con red al frente, eso  me pareció a mí , con unos botes  donde salía un  humo denso , nosotros los veíamos  por debajo de la escalera de la fuente del pato Donal  y la una preocupación de D. Agapito era que no hicieran  daño a las abejas  no por lo que pudieran hacer , si no porque gracias a ellas decía  se polinizaban  las flores , fue la primera vez   que escuche de forma sencilla y clara  los vectores de  polinización , y no se me ha olvidado hasta hoy, el transporte de polen lo pueden realizar diferentes agentes  que pueden ser tanto bióticos, como aves, insectos, murciélagos etc.; como abióticos, por ejemplo agua o viento, existe una gran variedad de vectores bióticos, entre ellos se encuentran los himenópteros (abejorros, abejas y avispas), los lepidópteros (mariposas y palomillas) y los dípteros (moscas), así como colibríes, algunos murciélagos y en casos raros algunos ratones, así con gran interés y sin quererlo nos estaba dando una lección sobre  polinización  en situ, con una sencillez fuera de lo común ,como fue su vida en mi recuerdo,  por lo que no es difícil que cuando falleció D. AGAPITO ROLDAN POZO a los  ochenta y cinco años, en un verano del año 1981 creo (no se fecha concreta), de un paro cardiaco que provocó su muerte, a este hombre que sin apenas enfermedad alguna, todo el mundo lo gloriase por su sencillez y amor hacia el prójimo, ya que sólo había padecido de algunos resfriados; pero una vida tan larga y, sobre todo, tan llena, con la resistencia de su corazón, se dijera del que habíamos tenido un verdadero tesoro. Al funeral y al entierro asistieron numerosas personas y amigos, a pesar de la época veraniega., subrayare lo que modestamente creo que fueron los rasgo más sobresalientes en él y que con él hemos convivido en San Fernando, Don Agapito nuca habló mal de nadie, solo se fijaba en su parte positiva. Para todos tuvo palabras de elogio, siempre atento y delicado con todos, ya podemos ver por ahí su talla humana, es que Don Agapito, dada su armonía y gran personalidad, no fue de  esas personas arisca  y malhumorada que necesitan destruir a los que hacen algo y sólo destruyendo la existencia de un inferior se sienten realizados. Con razón decía  que el individuo que se dedica a criticar es para lo único que vale, el que no vale para nada.
Don Agapito sabía que el auténtico amor era demostrar la propia valoración positiva de los demás, pues ahí se origina el propio sentido de auto aceptación, tan necesario para una buena salud de la persona, creo que esa constante dominio vida el cariño hacia el indefenso y al débil  al que  quiso abrazarse y defender ante los demás, creo que esa máxima  le acompaño toda la vida, gran maestro, rasgo muy característico de Don Agapito fue su gran amor a los niños y a los jóvenes. Era enormemente feliz en medio de ellos, no se  concibe un don Agapito solitario o alejado de los chicos. Donde había muchachitos allí estaba don Agapito. Y donde estaba don Agapito allí acudían ellos, como gran profesor, se servía de pequeñas cosas y de máximas ocurrentes para alcanzar los objetivos últimos de todo verdadero educador, lograr sembrar inquietudes y despertar el interés de los educandos por los auténticos valores  humanos, morales.
Por eso creo que todos estamos de acuerdo, que para nosotros fue un hombre ejemplar. Cariñoso y atento con el niño y el joven, por lo menos en su paso por el Colegio San Fernando de Madrid.
Recordamos  sus gomas de borrar, lápices, plumines y bolígrafos, Libros y cuadernos  de rayas y cuadriculados, como no los de caligrafía.
Para terminar  no se puede recordar a D. Agapito sin sus ramos de flores  y su amor a la naturaleza , solo queda decir gracias D. Agapito Roldan Pozo, siempre estarás en nuestro corazón.
Antonio Álvarez    (Toni)




4 comentarios:

  1. Muy emotivo Antonio, tienes toda la razon del mundo D.Agapito fue el referente de maestro y educador cariñoso y entregado a los chicos que tuvieron la suerte de conocerle y aprender de el su talento y su entrega personal.

    ResponderEliminar
  2. con las dos mismas porterías , que despiertos estábamos hechos nunca tocábamos el balón de otra clase , siempre sabíamos , cuál era el tuyo, quien era de los nuestro y a quien dar la patada correspondiente.....si ,si se tocabalones,de otros...sobre todo,los que,tenian unos añitos mas,que otros...poco as jugado tu en los camposdel futbolll,ja,ja,ja,ja

    ResponderEliminar
  3. hola me llamo Domingo lopez SAINZ ESTUBE EN SAN fERNANDO DESDE 1941--1954 FUI Tes tigo de la entrada en el cole de los Salesianos y como no de Don Agapito mi director en estudiantes. LE Recuerdo con cariño,solia decir diariamente varias veces al dia Urbanidad Educacion.nos despidio solemnemente cuando pasamos a artesanosen 1950 con un discurso bonito.MI EMAILES domingo936@hotmail.es saludos

    ResponderEliminar