domingo, 31 de marzo de 2013

Regreso de semana Santa


Para todos los antiguos alumnos :

Ya regresamos de nuevo al mundanal ruido del trabajo y el stress como en aquellos días, cuando regresamos a las clases como niños buenos ,  ya se han terminado  la semana santa, santa para los que se marchaban  a casa de  su padre, madreo pariente.
Pero que tarde  se les hacia el final de los días de semana santa a los que se quedaban entre  las siete visitas diarias al monumento a rezar, mas los oficios diarios, rosarios interminables  y misa de resurrección que estabas ensayando  entre horas para que todo estuviera preparado , cánticos incluidos.
Mochilas y maletas veías llegar la tarde del domingo de resurrección , pero tú solo veías ,comestibles para la semana, dulces de colores, lápices y libretas, sus vestidos mejores, que familiares y amigos les habían comprado, la gente que venía de casa estaba contenta.
Su bollo le habían  preparado, para la hora de recreo, y como estoy angustiado, yo se lo he quitado, no he estado yo aquí aguantando, sopas, lechugas y pescadillas de rosca, para que se alardee y se coma un bollo en mis narices, yo que a mi familia no veo.
Desfilamos los infantes, parecemos hormiguitas, venimos como borregos de un sitio a otro sitio del colegio, como soldados elegantes, con la cabeza en alto y con caras limpias.
Todos llegan saludando, con una gran sonrisa, y me quedo mirando y  observo a quien saludan estos idiotas, si mañana estarán en fila como nosotros y se les abra borrado la risita.
Ahí vienen como  unas niñas, con un traje pijota, pero mañana, tabardo y torta como todos vestirán y ninguno chillara, ninguno de ellos gritara.
Es hora de empezarla clase a comenzado, mi compañero  sentado ya está , en el pupitre de madera , como yo ,vistiendo como yo , temiendo como todos que le saquen a la pizarra, que le pregunten la lección, el quietecito en su silla está.
Y yo no le había mirado hasta este momento, pero estaba llorando y con qué sentimiento, bajito para que no se le viera u escuchara y mientras susurraba, yo me quiero volver a marchar con mi familia, quiero vivir en paz, yo no quiero aquí estar.
Antonio alvarez