miércoles, 3 de octubre de 2012

Los recreos y actividades en EGB


En el Mundo Hay dos clases de personas, las que no saben qué hacer y las que lo hacen pero les sale mal, eso me debió pasar a mí, por más que me esforzara, siempre la jodia.
En padres  por más que me cortar el pelo, siempre me tiraban de las patillas, por más ajo que me echara en las manos, los reglatazos dolían igual, por más que quisiera pasar desapercibido, siempre me encontraban.
Recuerdo los columpios, para nosotros naves espaciales, la bola del mundo, donde revoloteábamos como monos u gorilas de arriba abajo, un gran submarino, el tobogán de dos rampas, una pista de velocidad y la barca columpio doble un barco pirata y el balancín un aplana culos done subíamos para botar más alto que nadie, por  lo que no podrán decir que los de sanfer no teníamos imaginación, en eso si éramos campeones.
Recuerdo el olor de la tierra mojada, por los riegos de D. Agapito, siempre con sus flores y nos dejaba mojarnos y regarnos los unos a los otros en primavera-verano, el parque de juegos de padres, era un lugar donde te olvidabas de todo y entrabas en tu mundo de sueños, la fuente del pato Donald, las barras paralelas.
 Recuerdo la semana de circulación vial , que llegaban los de la coca –cola, con los Car, en el campo de balonmano , calles  realizadas con chapas de caña en blanco y rojo, clase por clase, pasábamos en horario diario por la conducción de los mismos, quedando clasificados  los mejores para otra ronda final y quedar clasificados para un campeonato de colegios de Madrid, también nos daban ese baso de coca-cola u fanta de naranja u limón  de grifo, que tomábamos en fila, todos nos creíamos  ser el mejor conductor del mundo y baya  accidentes que teníamos alguno saltaba las calles de dos en dos.
Todas estas alegrías se desvanecían al toque de silbato, prietas las filas, a cubrirse, alinearse, primer capón, primer tiro de patilla, en perfecta formación a clase, si no habías meado  u defecado pobre de ti, según quien te tocara, te dejaba salir u aguantarte.
Cepillos  volantes, reglas al ristre, lección con sangre entra, trabajos inacabados y castigos de multicopista manual.
Por las tardes noches en la hora de estudio , donde se realizaban las tareas (Los Deberes)problemas por doquier , copiábamos de los más listos u espabilados, para que al día siguiente , la regla quedara guardada en su sitio u encima de la mesa, cuando no nos vigilaban con el compas de madera hacíamos círculos con el cartabón de tamaño descomunal a nuestros ojos lo utilizábamos como metralleta , lo mismo que la escuadra , gran fusil de asalto, hasta que entraba  muñeco diabólico con su traje negro , todos firmes, cada uno  en su pupitre de madera , dos por pupitre, agujero para tintero sin tinta , plumín de colores  utilizado como flecha, terminado la hora de estudio a cenar paseo cuesta arriba, camino en silencio hiciera  frio, calor, lloviera u nevara  hacia los comedores a por la sopa de letras y la pescadilla de rosca.
Antonio Alvarez

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