martes, 11 de septiembre de 2012

Día de Visita


Las Visitas:
Homenaje a  esas Madres las verdaderas protagonistas, que durante la semana estaban trabajando para su sustento y el de su familia, que cada domingo u día que tenían libre, trataban de  preparar  y llevar un paquete, que  venían de todas las partes de Madrid  u de pueblos de la periferia a cuatro caminos u plaza castilla para coger aquella destartalada camioneta el M-9 más conocida como el autobús del goloso, antes de que existiera esta línea , los padres y familiares  , tomarían los autocares de Colmenareño, en la calle donde posteriormente estuvo el periódico YA, creo que era Mauricio Legendre, pasaban dicha odisea para pasar unas horas de dicha tarde con sus hijos, que  solo podían verlos esas  pocas horas una vez a la semana.
yo lo vivía de otra forma , pero si veía en sus caras, la alegría de los domingos por la tarde, sentados en el poyete de la larga columna  alta  que casi rozaba el cielo, enfrente de la entrada de las clases de los mulas,  donde en su terminación como flores de trompeta emergían los potentes  cuatro altavoces, cada vez que se oía  el din,  don,  se hacia un silencio sepulcral  en los patios, por dichos altavoces sonaba  la voz  tartamudean té de Calleja, El ,el, niño,  Raúl Álvarez , tiene visita, pase, pase , por dirección.
Como liebre que llevaba el viento aquellos niños corrían  cruzando el túnel prohibido , el fuera de sitio, la puerta  de salida al encuentro de la madre u padre, familiar cualquiera que venía a verte lloviera, nevara para estar con ellos , pasaban por la fuente redonda llena de peces de colores con sus cuatro caños chorreando agua , sonaba a música de esperanza y amor que recibías  pasos más delante de  aquellas madres que les esperaban con los brazos abiertos en la escalinata de la dirección, con la caja de cartón cosida con cuerda de esparto, con los mejores manjares que se podía permitir, para su hijo querido, palabras de amor y lágrimas corrían por esas mejillas sonrosadas , por efluvios  de un amor y pena contenidos, esa sonrisa  de oreja a oreja y esos besos tan fuertes que te dejaban marcadas tus mejillas , mama, hijo.
Tu solo le contabas tus alegrías, no querías apenarla, ella solo te contaba lo bueno, para que tú no te apenaras, era el amor de una madre a su hijo y de un hijo a su madre, dos cuerpos separados, dos corazones juntos, dos mundos entrelazados en el amor.
Dos horas  cortas de caricias  besos  y abrazos conversaciones mudas y miradas expresivas, no querías que terminasen, tiempo corto de visita, salida por aquella puerta de  barrotes de hierro  con  farolillos en su cumbre , un adiós entre sollozos, lágrima  contenida y sensación de rabia contenida por no poder atender a su hijo a diario, hasta el domingo , pórtate bien , se bueno, adiós Mama, no te preocupes, que me portare bien.
De regreso, triste, no te fijas en nada, hasta pasar de regreso por debajo del túnel  y encontrarte de nuevo con los compañeros, donde tomabas fuerzas y te convertías en protagonista de la tarde contando tu visita y enseñando los manjares que te había traído tu madre u familiar, regreso a la rutina, al toque de silbato y a las filas, tu contando los días  hasta el domingo para pasar esas pocas horas de amor y de ternura de madres que se vieron privadas por circunstancias de la vida del disfrute de sus hijos.
A. Álvarez Herranz

1 comentario:

  1. Querido Antonio
    Tu descripción me ha recordado aquellos momentos vividos. Si bien después éramos ya nosotros los que teníamos la opción de ir a casa, primero un domingo al mes y los que salíamos en el cuadro de honor como premio otro más, así hasta llegar a salir los sábados y volver los lunes por la mañana antes de las nueve.
    También había algún padre que otro en las mismas circunstancias estos eran los menos, pero yo recuerdo alguno que otro así como abuelas que ejercían de madres.
    Ah el autobús nosotros lo conocíamos por el GayGi ¿Os acordáis
    Gracias Antonio por estos recuerdos que nos devuelves que una vez más cada uno lo habrá vivido de distinta manera.
    Un abrazo compañero

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